El documento más temido por Telefónica en muchos años desborda la paciencia de casi cualquier lector. Varios centenares de folios, casi un millar de notas a pie de página y unas 50 tablas para intentar demostrar que la operadora española impuso entre 2001 y 2006 unas tarifas de acceso a internet cuyo principal objetivo, según la CE, era dejar fuera a los potenciales rivales. Quizá el único consuelo, al menos para el lector nacional, es que la versión en español es la que tiene valor jurídico.
Pero, aparte del texto, son las cifras las que llevan a la CE, tras aplicar dos tipos de análisis, a la conclusión de que existía un 'estrechamiento de márgenes' entre los precios minoristas de la operadora y sus tarifas nacionales al por mayor.
Bruselas cree que el estrechamiento de márgenes queda probado cuando un operador dominante, como es Telefónica en el mercado mayorista español, alquila su red a unos precios que, si tuviera ella que pagarlos, le provocarían pérdidas por la escasa diferencia con las tarifas que aplica a su cliente final.
En este caso, según el documento confidencial al que ha tenido acceso Cinco Días, la CE concluye que Telefónica hubiera perdido entre 2001 y 2006 más de 500 millones de euros si hubiese pagado las tarifas que cobró a competidores como Wanadoo o Ya.com. Con ese margen negativo, a los rivales de Telefónica, según la CE, les resultó imposible ofrecer tarifas minoristas suficientemente atractivas para arañar cuota de mercado.
Bruselas llega a esa conclusión tras verificar los datos en base a dos métodos de cálculo: comparar los ingresos y costes de la empresa durante los ejercicios en que se amortizó la inversión en ADSL; y evaluando el conjunto de la rentabilidad de la compañía durante el periodo estudiado.
Con el primer método, los cálculos comunitarios indican que 'si Telefónica hubiera tenido que pagar las tarifas impuestas a sus competidores, sus márgenes habrían sido negativos'.
Aplicando el segundo método, cuya propuesta el documento atribuye a Telefónica, la CE calcula que 'se hubiera llegado a un resultado negativo de 591 millones de euros, lo cual indica que en base a la tarifa de ADSL-IP no se podía obtener rentabilidad entre septiembre 2001 y diciembre de 2006'.
Esas cifras, dictamina la CE, forzaron al resto de operadores 'a elegir entre rentabilidad o crecimiento en la cuota de mercado'. La única alternativa que les quedaba para competir, según Bruselas, era construir su propia red regional. Una opción 'extremadamente arriesgada y costosa'.
nota original y mas informacion aqui
domingo, 29 de julio de 2007
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