lunes, 30 de julio de 2007

Cómo es la banda ancha satelital móvil de petroleras y Greenpeace

Es la tecnología de conectividad utilizada por empresas petroleras y mineras, pesqueras, organismos del Estado y organizaciones no gubernamentales. Las velocidades que pueden alcanzarse oscilan entre los 144 kbps y los 492 kbps
La banda ancha satelital móvil es una tecnología de alto costo para un usuario común de Internet, pero imprescindible para las actividades económicas y sociales que se realizan en lugares apartados o donde no llegan las conexiones telefónicas o de cable.

En la Argentina, esta tecnología es utilizada por empresas petroleras y mineras, pesqueras, organismos del Estado y organizaciones no gubernamentales, como la ecologista Greenpeace, que utiliza paradójicamente para comunicarse las mismas herramientas que emplean las compañías a las que acusa de depredar el medio ambiente.

La paradoja es mayor en Irak: Las fuerzas militares de los Estados Unidos y el Reino Unido que invadieron ese país utilizaron la banda ancha satelital móvil, que fue usada luego por la Cruz Roja y otras organizaciones humanitarias para asistir a los damnificados de esa acción militar. La misma tecnología es empleada por las empresas petroleras, las grandes beneficiadas por la caída del ex dictador Saddam Hussein, y por Greenpeace, que se opone a estas compañías.

Al contrario de lo que ocurre en otros mercados, en la Argentina la adopción de esta tecnología está retrasada en la industria de medios de comunicación, aunque algunos “bloggers”, como Ignacio Nores (en la foto principal superior, con una iPaq en los hielos continentales) y una revista de turismo han realizado prácticas en coberturas en lugares de condiciones climáticas extremas, como los hielos continentales santacruceños. Incluso un equipo de automovilismo deportivo recurre a este sistema para mejorar su perfomance.

En cambio, la oportunidad de crecimiento para las empresas que ofrecen esta conexión a la red en el país está en el campo, además de los mercados de energía y minería y de Gobierno. El desarrollo de Wimax (la banda ancha inalámbrica de media distancia) está demorado en la pampa argentina, entre otros problemas por que se trata de una tecnología con diversos estándares y homologaciones. En cambio, la tecnología satelital está consolidada, debido a tiene intensas aplicaciones en el sector militar.

En la Argentina, la banda ancha satelital móvil tiene poco tiempo de vida. La empresa Tesacom lanzó este servicio en 2006, denominado BGAN, que es utilizado por Repsol-YPF, Petrobras, Perez Companc, entre otras empresas, y por Greenpeace y Unicef, el fondo de las Naciones Unidas para la infancia.

El servicio se ofrecía solamente hasta ese mes en Europa, África, Oriente Medio y Asia. Con el lanzamiento del segundo satélite Inmarsat 4, la cobertura de la red pasó a incluir al continente americano. El desarrollo de este servicio tomó seis años, requirió 1.500 millones de dólares y puede ser utilizada en 85% del territorio del planeta.

Para utilizar la banda ancha satelital móvil hay que disponer de un equipo, cuyo precio parte de los 500 dólares más impuestos. Es un módem satelital del tamaño de una laptop. Orientándolo al satélite y a través de una conexión IP segura se puede acceder a servicios de: Internet, redes corporativas, video bajo demanda, video conferencias, audio, video y “data streaming”, y telecomunicaciones de voz, con una única tarifa global e ISDN, entre otros.

El servicio fue proyectado para usuarios móviles que necesitan acceso de banda ancha seguro y confiable en regiones con una infraestructura inestable o sin servicios de telecomunicaciones.

Además de los usos empresarios, en la Argentina hubo aplicaciones en expediciones a los hielos continentales y a la Antártida, equipos de automovilismo deportivo de diversas categorías, canales de TV, y empresas que operan en zonas sin servicios de telecomunicación por red, como el agropecuario y el pesquero.

El sistema permite conectar y bajar información de hasta 12 computadoras por nodo de conexión, en cualquier lugar. No se cobra por minuto, sino por la transmisión efectiva de datos. Al ser satelital, el usuario puede conectarse desde cualquier lugar del mundo donde alcance la cobertura de los satélites. Esto es beneficioso para aquellos ejecutivos que deben viajar al exterior y no quieran recurrir a las costosas conexiones desde hoteles.
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