“El romanticismo se ha perdido”, “los jóvenes ya no dicen piropos”, “algunos son atrevidos”, “si le decís algo lindo a una chica creen que sos un tarado”. El arte de elogiar a una mujer por la calle es una costumbre que muchos tucumanos creen que está cayendo en desuso. Sin embargo, el piropo sigue vigente. Pero cambió la intención y el contenido que tienen estas frases. Ser creativo a la hora de hacer un cumplido es esencial. Son menos tímidos, más directos y explícitos. Y muchos abandonaron la vía pública para mantener vivo el arte de halagarlas a ellas a través del teléfono celular.
Los mayores aseguran que piropos eran los de antes, en los que el ingenio y la inocencia daban origen a elocuentes frases que lograban sonrojar a las jovencitas. “Si tu amor fuera una cárcel pediría cadena perpetua”, “Cómo me gustaría ser vereda para sentir tus pasitos”, recita Carlos González, un jubilado nostálgico, sentado en un banco de la plaza Independencia. “La juventud ya no acostumbra a decir estas cosas. Además, las chicas presumían cuando alguien las piropeaba así”, recuerda.
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domingo, 29 de marzo de 2009
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