Un nuevo proyecto financiado por la UE emplea robots para ayudar a que los niños discapacitados aprendan a jugar.
Jugar es una parte importante de la infancia, puesto que, a través del juego, los niños aprenden sobre su entorno físico y social, sobre sí mismos y sobre cómo desarrollar relaciones sociales. No obstante, jugar puede suponer una tarea más complicada para niños con discapacidades de tipo cognitivo, físico o del desarrollo, lo cual afecta a su potencial de aprendizaje y puede derivar en un aislamiento social.
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viernes, 1 de junio de 2007
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